martes, 17 de marzo de 2015

Comunicado de la manifestación del 26 de Febrero



El actual gobierno aprobó el pasado viernes 30 de enero el nuevo sistema 3+2 que se implantará en las universidades en septiembre de este mismo año, un sistema que además de contar con el rechazo de gran parte de la comunidad educativa, consiste en reducir los grados universitarios a tres años complementándolos con dos años de máster.

Esta nueva medida es un ejemplo más del paquete segregacionista y mercantilista que están llevando a cabo las políticas europeas con el “Plan Bolonia”. Puesto que los precios al cursar máster son más caros que los de grado, esto supone un incremento del precio de las tasas universitarias. A su vez, la degradación de los contenidos de los grados que obliga a los estudiantes a cursar los dos años de máster para optar a un título universitario reconocido con suficiente prestigio para poder encontrarse en igualdad de condiciones para la salida laboral, nos demuestra como el gobierno pretende convertir las universidades en mercados, en los cuales solo pueden acceder los más privilegiados.

Esta medida, la cual, como mínimo, nos obliga a tacharla de insultante para todas las estudiantes, pretende además llevar un programa de BECAS absolutamente discriminatorio. Esta estratificación social que plantean, suma además numerosos inconvenientes y perjuicios en los centros educativos anteriores, como el incremento innecesario de la competitividad que en estos se crea, coartando la libre asociación entre iguales.

Ellos nos aseguran que los cambios decididos contribuyen a la “internalización” de las universidades, pero nosotras les aseguramos cómo numerosas estudiantes se verán obligadas a abandonar sus másteres por su elevado coste. Mientras ahora el precio de un año de máster oscila entre 2.700 y 7.000 euros, con el nuevo decreto las estudiantes afrontaran el pago de dos años, lo que supondrá un coste de entre 5.400 y 14.000 euros. El obcecamiento del ministro Wert por expulsar de las Universidades a los hijos de las trabajadoras, nos devolverá a lo que con todas sus reformas pretende conseguir: que mediante una privatización de la educación sea tan solo una minoría privilegiada la que pueda acceder a ella.

Esta claro que nosotras no entendemos la educación como ellos, nosotras la entendemos como un proceso de complementación de saberes entre personas libres e iguales. Desde el ministerio de Educación se ha asegurado como las universidades, de forma voluntaria, tendrán la decisión de implantar la nueva reforma, si quieren y cuando quieran. Ante ello, la respuesta que todas las estudiantes debemos dar es el rechazo a esta educación mercantilista y avanzar hacia un nuevo proyecto educativo; por ello, hoy gritamos:

“No al 3+2, por una educación diseñada por y para nosotras mismas”.

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