Octavilla sobre el machismo

El último ataque por parte del estado se trata de un real decreto ley, el cual consiste en la reducción del grado que actualmente es de cuatro años a tres años y la ampliación del máster de un año a dos. Suponiendo un aumento del coste de los estudios universitarios, incapacitando a muchos estudiantes la posibilidad de estudiar una carrera universitaria y acabar su formación. Desde juventudes libertarias deseamos denunciar esta situación, aunque también vemos necesario luchar por la igualdad dentro de las aulas. El fin último de nuestra lucha por la educación no consiste en la denuncia de ciertas leyes establecidas por el estado, sino en el logro de una educación sin imposiciones de género, ni de ningún tipo.
Nuestra educación desde su inicio está influenciada por la clara presencia del patriarcado, el cual se basa en la superioridad y dominio del hombre frente a la mujer en cualquier aspecto de la vida, ya sea en el ámbito privado como público. A consecuencia de ello la mujer se priva de hacer lo que realmente quiere debido a imposiciones sociales: “al qué dirán”.
El patriarcado no solo afecta a las mujeres, si no que crea diferentes características sexistas para ambos géneros. Los hombres son forzados a convertirse en seres insensibles, ocasionándoles graves problemas afectivos desencadenando en comportamientos delictivos y sociópatas. Mientras que las mujeres deben ser serviciales, sumisas y dependientes de la protección de un hombre.

Como defensores de la libertad y la igualdad debemos luchar contra la imposición de valores sexistas en nuestras aulas que impiden el desarrollo pleno del ser humano en todas sus facetas.
Por una educación libre, igualitaria y autogestionada